Leyendo el pasaje de Felipe y el eunuco me he
acordado de los cristianos de Etiopía, según la tradición este personaje llevó
la fe hasta allí. Son una minoría que ahora está siendo masacrada. Pero me
quiero centrar escuchando el Evangelio en lo de ser todos discípulos y lo de
ser atraídos. Como decía ayer Jesús, el Padre no quiere que nadie se pierda. Y
quiere que todos sean discípulos, pero no todos al mismo tiempo. Él va
atrayendo a cada uno a su tiempo. El Espíritu Santo pone a personas en el
camino, en el momento justo, como Felipe, para hacer discípulos. No nos
empeñemos en marcar nosotros los tiempos y los lugares. Seamos dóciles como
Felipe al Espíritu Santo. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario