Llevo un tiempo gozándome en lo pequeño. En la
Pastoral universitaria a veces oramos o celebramos la eucaristía tres o cuatro.
Y me siento incómodo. Esto es un don de Dios. Anoche en cambio orábamos y
cenábamos más de treinta jóvenes. Es una de esas experiencias de subidón. Pero
no se me sube a la cabeza. No están allí por mí, han hecho una experiencia “ALPHA”
en la que el cura apenas aparece. Estában allí por Aquel al que no merezco
desatarle las sandalias y del que yo no soy más que un siervo inútil que hace
lo que tiene que hacer. No nos anunciamos a nosotros sino a Jesús, queremos que
lo conozcan y lo amen. Damos gracias porque vemos que esto es posible entre los
jóvenes. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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