domingo, 22 de marzo de 2015

SEMANA QUINTA CUARESMA CICLO B DOMINGO

Para la cultura semítica que empapa la Biblia el corazón es donde reside la voluntad, donde se toman las decisiones y por tanto desde donde funciona la libertad. Por eso dice el profeta que Dios quiere meter su ley en los corazones de sus hijos. Esto nos habla de la ley que hay en el interior de todo ser humano, que no se aprende y que llamamos conciencia. La conciencia nos enseña el camino del bien para alcanzar la felicidad. Pero a veces escogemos algo pensando que es un bien y no lo es. Sucede cuando caemos en una tentación. Escogemos pensando que eso es bueno y nos hará felices. Actuamos engañados o equivocados. Por eso nosotros decimos que cundo no escogemos el bien no somos libres. La libertad no es la mera capacidad de escoger entre el bien y el mal, sino la capacidad de escoger libremente el bien.

La palabra de este último domingo de Cuaresma nos muestra la intimidad del corazón de Jesús en los días previos a su Pasión, es decir, las turbulencias de su decisión. Jesús oraba con gritos y con lágrimas y sufría escogiendo la voluntad del Padre. Como hombre era tentado y se le presentaba la cruz como algo absurdo e inútil. Pero Jesús, en la oración, descubría que su entrega daría fruto como la muerte del grano de trigo. Jesús nos previene a cerca de la gran tentación, el gran engaño que es vivir para uno mismo, amarse egoístamente. Ese camino lleva a la muerte y es estéril.


No sé cómo ha ido vuestra Cuaresma, yo la empecé sin grandes planes ni propósitos y me he topado con un plan drástico de conversión que ha sido como dejar de fumar. Hay un día que tomas la decisión de que ya no vuelves a encender un cigarro. Y al tomar una decisión así es como un pacto, una Alianza que renuevas cada día paso a paso. A veces no terminas de creer que se puede ser verdaderamente libre, es decir, tener claro lo que es verdaderamente bueno y escogerlo sin dudar. Pero es así. Es posible. El Espíritu Santo posee el corazón de los seres humanos y lo sana y lo purifica de heridas, engaños, tinieblas para que podamos caminar en la luz y tomar decisiones. Esto es lo que hemos pedido hoy en el salmo, un corazón puro. Dios está dispuesto a hacerlo ¿Se lo vas a pedir? Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.. 

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