A estas horas me pongo a orar con la Palabra antes
de la Eucaristía de la noche. Y es que hoy me levanté y derecho me puse a
pregonar por el Campus que teníamos preparado un banquete de solidaridad. Yo
andaba preocupado porque faltara migas y dos jóvenes que habían leído el Evangelio
del día (yo no que vergüenza) me decían que el Señor multiplicaría los panes.
Al final han faltado pero lo más importante
es que se ha cumplido la profecía del banquete para todos los pueblos. Hoy
hemos comido juntos jóvenes de todos los pelajes y tribus de la universidad y
hemos compartido con los que les falta el pan en sus mesas. Ha sido una
Eucaristía muy poco religiosa, supongo que como la que presenciaron los
discípulos aquel día. Feliz noche y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario