Si esta mañana no andamos muy espabilados estas
palabras nos ponen en marcha. Son como el cubo de agua helada que se ha echado
por encima la gente en solidaridad con la enfermedad de esclerosis lateral.
Recuerdo cuando yo decidí irme al seminario, la frescura de aquella respuesta o
cuando luego me ordené… Miro mis respuestas de ahora y veo que hay menos
entrega, hay más cálculos humanos, algunos dicen que es normal con el paso del tiempo
¡pero no puede ser así! La primacía del Reino es absoluta y Jesús necesita discípulos
enamorados de su misión. Fijémonos hoy
en algún hermano o hermana mayor y admiremos la frescura de su respuesta. Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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