Este verano leía una interpretación de esta Palabra
muy original. Jesús ofrece una paz que nadie quiere porque es para todos. El
fuego del amor de Dios quiere prender en TODOS los corazones haciendo de los enemigos amigos y de los
rivales hermanos. Es el amor que trasciende toda filosofía y que es la raíz y
el cimiento del cristianismo. Nosotros no tenemos enemigos, pero los que no
aceptan esta paz y este amor se nos ponen en contra. Y a estos los amamos más
aún porque Dios no se muda en su voluntad de que todos le conozcan y le amen.
¿Rezamos por nuestros enemigos? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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