Ayer me escribía una
hermana que de vez en cuando enriquece lo que escribo. Y me decía que ella
cuando lee el texto de ayer se pregunta: “¿cuándo te llamo, cuántas
veces te he llamado "ídolo mío"? en vez de Esposo mío, Dios mío?”
Cuando quiero hablar del amor a Dios también suelo emplear la terminología
esponsal. Hablando de los amuletos decía el otro día que llevar cruces y
amuletos es como tener esposo y amante.
La fidelidad no va con este tiempo y la unidad de vida es algo raro. Y
cuando no podemos domesticar a Dios blasfemamos contra él como los Fariseos. ¿Nos hacemos la pregunta de rocío todos hoy?
Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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