Hoy celebramos a un hombre que alcanzó la sensatez
y la sabiduría en la vida al llegar a descubrir lo que merecía verdaderamente
la pena. Y como consecuencia de ello, lo dejó todo por conseguir ese tesoro.
Ese hombre es Benito que fundó el monacato en Occidente a principio del siglo
sexto. Su regla se resume en las tradicionales palabras en latín “ora et labora”.
La red de monasterios benedictinos fue en una Europa decadente el medio providencial
para mantener la cultura y la fe. En
nuestro tiempos decadentes en otros aspectos ¿Buscamos esa inteligencia y
sabiduría? Un puñado de hermanos se reúnen este fin de semana en un encuentro
de Nueva Evangelización. Hay que escuchar al Espíritu y ponerse las pilas “no
sirve lo de siempre”. Feliz día y
bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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