lunes, 5 de mayo de 2014

SEMANA TERCERA PASCUA CICLO A DOMINGO

¿Vivimos con lógica? ¿Qué lógica es la que vivimos? ¿Es la lógica de la Pascua? Aunque no hayamos estudiado filosofía, nuestra vida, nuestras decisiones se rigen por la lógica. De unas premisas sacamos conclusiones y decidimos. Está nublado, luego va a llover cojo el paraguas. No siempre es tan sencillo pero solemos actuar siguiendo unas reglas racionales y deductivas. Según esa lógica los discípulos de Emaús ya no tenían nada que hacer en Jerusalén, Jesús estaba muerto, todo había terminado, volvemos a casa. Lo que hacían era lo más lógico. Pero Jesús rompe con la lógica humana, la hace añicos e introduce la lógica de la fe que no se encierra en lo humanamente previsible, es una lógica abierta a la acción de Dios.

No abrirse a esa lógica es una necedad y una torpeza. Jesús hizo con los discípulos lo que hace San Pedro el día de Pentecostés. Trata de extraer del Antiguo Testamento las premisas, las profecías que anunciaban que lo que acababa de suceder es lo que estaba previsto por los planes de Dios.  David escribió el salmo 15 que dice: " porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción". Si David se murió, luego no lo dice por él, lo dice por otro y ese otro es Jesús.  Los primeros cristianos escrutaron el Antiguo Testamento buscando la premisas que permitieran desde la fe encontrar "lógica" la cruz de Jesús.


Nosotros no somos judíos y no nos tienen que demostrar que "El Mesías tenía que padecer para entrar en su gloria", que la cruz estaba en los planes de Dios. Nosotros necesitamos otra lógica, la del amor, la que llena de sentido el sufrimiento y lo despoja de la etiqueta de maldición o inhumanidad.  Quizá no sea tan difícil entender que muchas veces, demasiadas unos sufren las consecuencias del mal de otros. Jesús sufrió por nuestros pecados. Es el cordero que con su sangre nos rescató. Eso afirma la segunda lectura. Y somos libres de la muerte eterna. Nuestra vida no está encerrada en una caja de cartón sin salida. Él ha abierto una puerta que lleva la eternidad. Nuestras decisiones tiene por tanto una dimensión y una importancia  tremenda. Somos hombres y mujeres con esperanza y eso lógicamente se nota en nuestra forma de vivir. Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.  

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