Releemos este pasaje de la vida pública de Jesús en
plena Pascua. Estamos en las parroquias con las primeras comuniones. Cuando yo
levanto la vista y contemplo a los que estos días llenan los bancos de la
parroquia que no son los que suele haber otros domingos también veo mucha gente
con hambre. Hambre de Dios, seguramente ellos no saben que les falta Dios, que
les falta comer de ese pan que damos a los niños. Quizá para ellos esto de la
Iglesia es un tinglado más, es sólo cosa de hombres. ¿Cómo conectar con sus
expectativas y sus necesidades? ¿Cómo sacarlos de su indiferencia espiritual?
Ese es uno de los grandes retos de la Nueva Evangelización en Europa. A Jesús
no siempre le salían bien las jugadas, en este caso intentan proclamarlo rey y
tiene que quitarse de en medio. No nos cansemos de lanzar el balón ¡acertaremos!
Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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