El domingo pasado la
Palabra nos hablaba de la relación especial con el resucitado, con el Pastor-
Mesías - Puerta. Este domingo la Palabra
nos habla más bien de la relación con los demás creyentes, la vida de la
comunidad de los discípulos del resucitado.
Somos un edificio santo construido sobre la piedra angular que es Jesús
resucitado. El que acepta a Jesús construye su vida, el que lo rechaza tropieza
y cae, no puede construir. Nadie puede ir a Dios sin Jesús que es camino,
verdad y vida. Es la diferencia de la
Iglesia con un ONG.
La Palabra también nos
dice que en la comunidad hay diversidad de servicios. Cada cual debe desempeñar
el suyo poniendo al servicio de los demás los carismas, los dones que ha
recibido del Espíritu Santo. Una
comunidad cristiana no funciona bien si unos pocos acaparan todos los
servicios. Hay que cuidarse de las luchas de poder, hay que organizarse bien.
Tampoco funciona una
comunidad en la que hay piedras muertas. Piedras que no sirven, que no se mojan,
no trabajan. Piedras decorativas, estatuas de museo como dice el Papa
Francisco. En la Iglesia hasta los enfermos son piedras vivas y trabajan,
ofreciendo su dolor como sacrificio espiritual que Dios acepta. El sacerdocio
común de los fieles llega a todos. Jesús nos dice que haremos las obras que él
hace a aún mayores. Y no sólo los sacerdotes ordenados que actuamos en "la
persona de Cristo" sino que todos estamos llamados a servir, anunciar y
ofrecer. Feliz domingo y bendiciones.

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