sábado, 8 de marzo de 2014

SEMANA PRIMERA CUARESMA CICLO A DOMINGO

En primer lugar contemplamos en la Palabra ese movimiento de empobrecemiento de Jesús. «La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios» Creo que este domingo está muy claro, vemos a Jesús no sólo pasando hambre en el desierto sino siendo tentado. Él padeció en su conciencia el ataque del enemigo con sus artimañas de engaño. ¿Cuál es la riqueza de Jesús? Dice el Papa que es su relación con el Padre como Hijo obediente. En el Evangelio de hoy lo vemos también muy claro.
¿A qué empobrecimiento nos llama la Palabra este domingo? Debemos despojarnos de nuestros planes sin Dios, nuestros proyectos de vida más o menos profundos que son paganos porque no dejamos que Dios aparezca en ellos ni diga una palabra. En la primera lectura vemos cómo Eva y Adán caen en la tentación de hacer un proyecto de vida sin Dios que es pintado por el tentador como un obstáculo para "ser felices".  ¿Cómo nos enriquecemos si damos el paso de empobrecernos así? Pues con una vida entendida como vocación, como llamada de Dios a ser verdaderamente felices. La proyectos sin Dios nos expulsan del paraíso, nos alejan de él (Sin Dios no hay Paraíso).  ¿Hay camino de vuelta? ¡Claro! Jesús con su entrega en la cruz ha roto la sentencia condenatoria, hemos sido absueltos y podemos volver al Paraíso, podemos volver a la casa del Padre.
¿Y cómo podemos nosotros, empobrecidos, enriquecer a los pobres? El Papa habla de tres tipos de miseria. Yo creo que hoy podemos centrarnos en la moral. La de la esclavitud del vicio y la del que se siente sin dignidad al no tener trabajo y no poder llevar a casa el pan cada día. Cuando nosotros acogemos la vocación de Dios a ser hijos felices/obedientes  y sabemos lo que es ser redimido, absuelto por pura gracia no podemos seguir condenando a los que viven en la miseria moral.  Caigo en la cuenta de que a veces miro con poca misericordia a personas y colectivos, no llego a condenarlos pero sí los censuro. A veces actúo desde prejuicios… ¡que fluya la misericordia de los hijos pobres! Feliz fin de semana y bendiciones..Para ver las lecturas pincha aquí.  

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