El sábado pasado ocurrió algo inesperado y muy
importante en el Vaticano. En la Basílica de San Pedro apareció Benedicto XVI
para asistir al consistorio. Así, en el momento que Francisco creaba los nuevos
cardenales, recibía el apoyo del Papa emérito. Fue un signo de apoyo y de
unidad tremendo. Ante los cambios y los nuevos aires que está suponiendo el
Papa Argentino, que no entraba en los planes que nos hacemos como dice la
primera lectura, hay quienes expresan su añoranza de lo anterior, y del
auténtico Papa. Esto suele suceder en todo cambio. Pues esa dinámica sectarista
se hizo añicos el sábado cuando Ratzinger se quitaba el solideo para saludar a
Francisco, le estaba diciendo: "soy de Jesucristo y por lo tanto soy de
los tuyos". ¿Podemos decir nosotros esto de todos nuestros hermanos? Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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