"Este no es mi Juan que me lo han cambiado"
Así se sentían los nazarenos al ver de nuevo a Jesús sin el olor a madera y el
serrín en su barba. Ahora se presentaba entre ellos con una pretensión
inaudita. Como poco un profeta poderoso en palabras y obras. Esto rompía sus
esquemas. Dios siempre rompe los esquemas de la lógica humana, no se deja domesticar,
no podemos hacer cálculos con Él. David también quería tener todo atado y
calculadas las fuerzas. El censo era un pecado de desconfianza hacia el Dios de
los ejércitos. Pensemos en las veces en que hemos tratado de manejar a Dios y pensemos si en nuestros planes y
proyectos actuales calculamos. No seamos ilusos y vivamos lo inesperado. Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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