Toda relación tiene unas condiciones. Los países
que piden rescate al resto tienen que cumplir unas condiciones que imponen los
que ponen el dinero. Esto nos hace sentir casi como Job ante Dios. En el
Evangelio vemos como Jesús no permite
que los que le piden seguirlo pongan condiciones. Pero aquí entra en juego la
dinámica del amor. Su amor es incondicional por eso el que lo sigue no puede
regatear ni pedir rebajas, al menos en el inicio. El seguimiento lleva consigo
siempre cierta ambigüedad pero debe
partir de un momento inicial de entrega 100%. ¿He tenido yo este momento? Feliz
día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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