Esto es lo que hacemos cada mañana. Como María nos sentamos a los pies del Señor para escuchar su palabra antes de entrar en el ajetreo de cada día. Sólo así podremos vivir una relación con el Señor en humilde obediencia. Si no acabaremos como Marta diciéndole a Jesús lo que tiene que hacer, en vez de escuchar lo que él quiere que hagamos. Saulo también tenía muy claro lo que tenía que hacer hasta que Jesús le dijo que cambiara drásticamente el rumbo de su vida. Estaba completamente equivocado porque no escuchaba. ¿Qué giros ha dado a mi vida la escucha de la Palabra? Feliz día y bendicionesPara ver las lecturas pincha aqui.
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