Hoy
celebraremos las exequias de la madre de un amigo. Una mujer que ha estado luchando contra la
serpiente del cáncer muchos años. En todo este tiempo ella no ha perdido la
fe. El veneno de la desconfianza no ha
conseguido matar su alma antes de que su cuerpo dejara de funcionar. Dios ha amado a esta hija suya “tanto y tanto”. Es un misterio el sufrimiento pero lo es más
aún la relación de los que sufren con el Hijo de Dios sufriente que desde la
cruz atrae a los hombres a Dios. Hoy miramos a la cruz y decimos: “ten
misericordia de nosotros y del mundo entero”. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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