sábado, 12 de mayo de 2012

SEMANA SEXTA PASCUA DOMINGO


Hace muchos años preparé con los compañeros de instituto una canción para Navidad con un tema de Madonna “Love makes world round” El amor hace girar al mundo. Muchos no creen esto y piensan como dicen otras canciones que lo que mueve el mundo es “the money” El dinero.  El dinero mueve la economía, pero fijémonos que sin confianza el dinero no se mueve. Si no confías en el que te pide dinero, no se lo prestas. Ahora hay una tremenda crisis de confianza y el crédito no fluye. ¡Qué bueno! Al final el vil dinero depende de un sentimiento, del corazón. Y es que en definitiva lo que nos mueve es el amor, la necesidad que tenemos de amar y ser amados.

Esto lo sabemos los que conocemos a Dios. No lo saben los que piensan que “algo tiene que haber”, sino los que hemos llegado a experimentar que nuestra existencia no es fruto del azar sino de Alguien que ha querido que estemos aquí. Somos fruto de una decisión amorosa y libre de Dios. Y el sentido de la existencia de todo y de la historia humana es el plan amoroso de Dios. Según ese plan Dios envió a su Hijo para que vivamos por él. Porque Dios está en nuestro origen y lo está en nuestro fin. Su amor es siempre primero. Su amor teje nuestra vida y nos regala un traje de fiesta, túnica de hijos no de siervos. Y todo esto no es opción personal, no tenemos nada que exigir porque hemos sido elegidos. Solo podemos dar gracias.

El amor del que hablamos no se queda en el nivel de los sentimientos. “Me das buenas vibraciones… siento por ti algo especial… me molas… me caes bien”. Sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.  Jesús nos habla de una amor maduro “te quiero y por eso hago lo que tú quieras porque te amo renuncio a lo que me interesa y me conviene, me sacrifico por ti”. Es esta amistad con Jesús la que el Papa propone a los jóvenes muchas veces. La vida de fe no es un sentimiento ni una ideología, en una relación interpersonal madura y por lo tanto libre y responsable. Y el amigo que nos ha elegido no es otro que el que da la vida por sus amigos.

Liberémonos del yugo del pesimismo “este mundo sigue girando porque Dios lo ama y hay mucho amor en él”. Y renovemos nuestra amistad con este “gran gran amigo”. Nadie nos ama como él.  Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario