Cuando Jesús contesta a Pablo le dice «Soy Jesús, a
quien tú persigues» pero Saulo perseguía a los judíos que se habían desviado
del camino. En la respuesta de Jesús se encierra algo que Pablo predicará mucho
después y que es el núcleo de su eclesiología: los bautizados somos el Cuerpo
de Cristo. No se puede hablar de Jesús por un lado y de sus discípulos por
otra, somos una misma cosa. La Iglesia está formada por un cuerpo orgánico en
el que cada uno tiene una función-misión. Porque los que comemos su carne y
bebemos su sangre, habitamos en él y él habita en nosotros. Su vida está en
nosotros y vivimos por él. Y entre nosotros se han creado toda una serie de
conexiones espirituales que no llegamos a descubrir. Como decía San Ignacio
¿Siento yo con la Iglesia? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario