Según la tradición Marcos es aquel muchacho que
estaba en el huerto de los olivos envuelto en una sábana y que cuando trataron
de cogerlo soltó la sábana y se escapó desnudo. Su Evangelio es el más primitivo,
el más breve, escrito para paganos, es una magnífica catequesis para ir
descubriendo poco a poco quién es Jesús. El punto culminante es la confesión
del centurión romano “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”. Hoy podría ser un buen día para releerlo
entero, no se lleva mucho tiempo. Y al releerlo dar gracias a Dios por este
tesoro. Desde las primeras comunidades de discípulos nos llega este testimonio.
Nuestra fe es la misma que ellos acogieron y predicaron. Y como ellos nosotros
estamos llamados a evangelizar. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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