La semana pasada vi la magistral interpretación de
M. Streep en la “Dama de hierro”. A la Sra. Thatcher, como a tantos gobernantes
el poder al final se le subió a la cabeza. Es lo que tiene el poder que es para
servir, y el maligno casi siempre lo pervierte. Es lo que le pasó a Saúl, los
celos se lo comían. Que hermosa la intercesión de Jonatán, si fuera ambicioso
vería en David a un rival en vez de un amigo. A Jesús tampoco se le sube a la
cabeza la fama ante el pueblo ni que se le postren los demonios. Sabe tener la
cabeza fría porque tiene bien anclado el corazón en el Dios que recoge nuestras
lágrimas en su odre, se apoya en el Padre. ¿Se nos ha subido algo a la cabeza
últimamente? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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