No sé si somos conscientes de la lo bendecidos que
somos (no me gusta usar la expresión “la suerte que tenemos”) por conocer a
Jesús. Porque al haber escuchado su Palabra no caminamos en tinieblas. Sabemos
que el AMOR es el camino, y no cualquier amor. Es verdad que hay personas que
poseen una luz natural para encontrar un camino acorde con la dignidad humana.
Pero nosotros como Simeón hemos contemplado a Jesús, nuestra Bandera. Ayer eran
los niños, hoy un anciano que sabe esperar. Normalmente los ancianos recuerdan
más que esperan. Conozco a muchas personas que todavía no conocen al Salvador y
lo esperan, algunos sin saberlo. ¿Se lo podemos presentar como María y José?
Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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