Todo pasa menos su Palabra. Este año litúrgico se nos ha escapado como las hojas se desprenden de los árboles agitadas por el viento. Vivimos la Navidad, la Cuaresma, la Pascua más tardía que recordábamos y llegó el verano con la JMJ y la resaca… todo eso ha pasado y su Palabra permanece operante en nosotros. Puede que no seamos conscientes hasta qué punto la Palabra orada configura nuestra vida. Despedimos a Leví y damos la bienvenida a Marcos, que con su lenguaje conciso nos irá descubriendo quién es ese Hijo de Hombre que viene sobre las nubes. Para nosotros se anuncia la primavera, hay brotes de Adviento en nuestro jardín. No sé vosotros pero yo este año tengo especiales ganas de Aviento. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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