Hay dos tipos de escándalo, en estas lecturas los tenemos contemplados. El primero que trata de evitar Eleazar es el que lleva a pecar: “si este lo hace ¿por qué no lo voy a hacer yo?”. El segundo es el escándalo de los recalcitrantes, de las mentes cerradas incapaces de abrirse a nada nuevo. Se escandalizaban de que Jesús comiera con los pecadores, que en aquella época era algo inaudito para un hombre de Dios. En mi vida ha habido de todo por supuesto. Pero cuando ha sucedido lo segundo, que algunos se han escandalizado porque he andado buscando lo perdido, he sentido una gran libertad. La libertad tiene siempre riesgos. Sobre todo de ser mal interpretada tu actitud. A la libertad no se puede dejar de añadir prudencia, para no dar ocasión al enemigo de echar abajo nuestra misión. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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