Hace un par de días hablaba con psicólogos y compañeros canonistas de Reiki, de curanderos… de todo esto que últimamente llama la atención de mucha gente. Siempre digo que antes de ponerse “en manos” de este tipo de “terapeutas” hay que discernir en nombre de quien obran. Hay que analizar los frutos. Un aspecto importante es el móvil económico y el afán de lucro pero no basta. A la luz de la primera lectura creo que también hemos de ver si esa persona me ayuda a acercarme a Dios, si me lleva a mantener mi alianza con Dios o me ofrece otras alianzas. Si me pide fe en él, en sus dones o me ayuda a confiar en Dios como Abrán. No nos dejemos engañar, hay muchos lobos con piel de cordero. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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