El poder del reino está escondido en su pequeñez. La lógica del poder sueles ser la contraria. En la batalla los contrincantes hacen gala de su poderío para arredrar al enemigo. Dios no actúa así. Es como David frente a Goliat. El gigante se mofaba del muchacho y se colocaba en una postura de total seguridad. Hoy recordamos a uno de los grandes de nuestra historia a Tomás de Aquino, que al final de su vida dijo que toda su sabiduría no valía nada. El tentador muchas veces quiere hacernos desistir mostrándonos nuestra pequeñez como impotencia. Hace falta mucha perseverancia como dice la primera lectura para no desistir en la batalla. Hoy es viernes, miremos a la cruz y aprendamos. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aqui.
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