
En laudes rezamos el Benedictus que dice “por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el Sol que nace de lo alto, para iluminar a los que caminan entre tinieblas y en sombras de muerte”. Ese sol anunciado por Zacarías es Jesús que comienza iluminar enseñando y curando. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande. Galilea de los gentiles. Para los sabios y magnates de Jerusalén este territorio estaba perdido, infestado al vivir muy mezclados con los no judíos. Es precisamente allí donde Jesús desarrolla la mayor parte de su ministerio. Aquello era tierra de misión.
Este domingo celebramos la Infancia misionera, esta jornada dirigida especialmente a los niños pero que nos recuerda a todos nuestra vocación misionera. Jesús pasa hoy junto a nosotros que estamos ocupados en nuestras redes y nos llama a ser pescadores de hombres a ser misioneros. Quiere que también nosotros enseñemos a otros a navegar guiados por el Faro que es Jesús. Quiere que con delicadeza les mostremos que sus vidas sin Jesús es caminar en tinieblas. Que les ayudemos a confiar en ese faro que señala el buen puerto.
Celebramos también este domingo dentro del Octavario d oración por la unidad de los cristianos que se celebra cada año entre el 18 y el 25 de enero. Ya en Corinto había divisiones; yo soy de Pablo, yo de Apolo... El arma más eficaz del Demonio es la división. El Papa decía el pasado miércoles que la división es una "vergüenza", que quita credibilidad a los seguidores de Cristo a la hora de difundir el Evangelio. Cultivemos una sana sensibilidad ecuménica y sigamos orando, la oración pone en marcha el amor de Dios que sana heridas y conduce a la verdadera unidad.
Vivamos esta Eucaristía como una renovación de nuestra vocación cristiana. Miremos Jesús para ver como sonriendo dice nuestro nombre. En sus ojos hay una infinita confianza en nuestras posibilidades como evangelizadores, como misioneros de la Galilea de hoy, como constructores de unidad. ¡Gracias Jesús por confiar en nosotros! Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pncha aquí
Este domingo celebramos la Infancia misionera, esta jornada dirigida especialmente a los niños pero que nos recuerda a todos nuestra vocación misionera. Jesús pasa hoy junto a nosotros que estamos ocupados en nuestras redes y nos llama a ser pescadores de hombres a ser misioneros. Quiere que también nosotros enseñemos a otros a navegar guiados por el Faro que es Jesús. Quiere que con delicadeza les mostremos que sus vidas sin Jesús es caminar en tinieblas. Que les ayudemos a confiar en ese faro que señala el buen puerto.
Celebramos también este domingo dentro del Octavario d oración por la unidad de los cristianos que se celebra cada año entre el 18 y el 25 de enero. Ya en Corinto había divisiones; yo soy de Pablo, yo de Apolo... El arma más eficaz del Demonio es la división. El Papa decía el pasado miércoles que la división es una "vergüenza", que quita credibilidad a los seguidores de Cristo a la hora de difundir el Evangelio. Cultivemos una sana sensibilidad ecuménica y sigamos orando, la oración pone en marcha el amor de Dios que sana heridas y conduce a la verdadera unidad.
Vivamos esta Eucaristía como una renovación de nuestra vocación cristiana. Miremos Jesús para ver como sonriendo dice nuestro nombre. En sus ojos hay una infinita confianza en nuestras posibilidades como evangelizadores, como misioneros de la Galilea de hoy, como constructores de unidad. ¡Gracias Jesús por confiar en nosotros! Feliz fin de semana y bendiciones. Para ver las lecturas pncha aquí
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