Palabras de consuelo las del Señor. Para entenderlas hemos de ponernos en el lugar de una mujer repudiada en la cultura judía en tiempos de Isaías. Esa mujer tendría que vivir toda su vida sola sin marido y sin hijos. “Por un instante de abandoné” Dios repudió a su pueblo infiel. Nosotros también andamos “con otros”. Cuesta imaginar que un marido toma de nuevo a la esposa que le ha sido infiel. “Te llama el Señor”. Y te dice en Jesucristo “con misericordia eterna te quiero”. Vivamos la Eucaristía de hoy como una cena de reconciliación de dos esposos y acojamos el consuelo del Señor. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas: http://www.archimadrid.org/oracionyliturgia/2010/12/16/16122010-jueves-de-la-3%c2%aa-semana-de-adviento-2/
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