DOMINGO 4º ADVIENTO
El domingo pasado hablábamos de que Dios supera siempre nuestras expectativas. La señal que el profeta anuncia a Acaz es más que sorprendente, es increíble. Como decía una profesora de filosofía es una aporía: que una virgen conciba. Con este pastel se encuentra San José, su desposada espera un hijo y no es suyo. José que en un primer momento piensa en quitarse de en medio, finalmente cambia de planes y acepta los de Dios. Él será el padre de ese niño. Y José acoge a María con el niño que lleva en su seno. María es como un “huevo kínder”, lleva dentro una sorpresa, la mayor que se puede imaginar.
De cara a las próximas fiestas podemos vivir las celebraciones por rutina, por obligación o con un plus de espíritu cristiano. A los que queremos y nos caen bien no hay problema. Pero al cuñado o la suegra que no tragamos… pues ellos son también un “huevo kínder” porque también llevan al Señor. Acojamos a Jesús en nuestras celebraciones en todos los que se reúnan con nosotros.
Quizá este fin de semana esté muy sensible con el tema de la acogida. He conozco a una familia con dos hijos que tienen en régimen de acogimiento a un marroquí de 6 años. También me he entrevistado con una chica de 21 años y su madre. La chica está embarazada de cuatro y aunque los médicos le han dicho tres veces si quiere abortar ella ha decidido acoger a ese niño. También el otro día acogimos en Cáritas a los que vienen al despacho con una oración. También me he emocionado al sentir una primera acogida en la Universidad con un actividad en la que hemos participado con otras ONG y organizaciones. Que importante es la acogida.
Que hubiera sido de María sin la acogida de José. “No tengas reparo en llevarte a María a tu casa… “ Mi hermana dice que lo más maravilloso es sentir a un hijo dentro de ti. Vivamos la Eucaristía de este domingo como u embarazo. Experimentemos que Jesús está en nosotros por la Eucaristía que nos alimenta. Acojámoslo y dejemos que nos haga acogedores. Feliz fin de semana y bendiciones.
El domingo pasado hablábamos de que Dios supera siempre nuestras expectativas. La señal que el profeta anuncia a Acaz es más que sorprendente, es increíble. Como decía una profesora de filosofía es una aporía: que una virgen conciba. Con este pastel se encuentra San José, su desposada espera un hijo y no es suyo. José que en un primer momento piensa en quitarse de en medio, finalmente cambia de planes y acepta los de Dios. Él será el padre de ese niño. Y José acoge a María con el niño que lleva en su seno. María es como un “huevo kínder”, lleva dentro una sorpresa, la mayor que se puede imaginar.
De cara a las próximas fiestas podemos vivir las celebraciones por rutina, por obligación o con un plus de espíritu cristiano. A los que queremos y nos caen bien no hay problema. Pero al cuñado o la suegra que no tragamos… pues ellos son también un “huevo kínder” porque también llevan al Señor. Acojamos a Jesús en nuestras celebraciones en todos los que se reúnan con nosotros.
Quizá este fin de semana esté muy sensible con el tema de la acogida. He conozco a una familia con dos hijos que tienen en régimen de acogimiento a un marroquí de 6 años. También me he entrevistado con una chica de 21 años y su madre. La chica está embarazada de cuatro y aunque los médicos le han dicho tres veces si quiere abortar ella ha decidido acoger a ese niño. También el otro día acogimos en Cáritas a los que vienen al despacho con una oración. También me he emocionado al sentir una primera acogida en la Universidad con un actividad en la que hemos participado con otras ONG y organizaciones. Que importante es la acogida.
Que hubiera sido de María sin la acogida de José. “No tengas reparo en llevarte a María a tu casa… “ Mi hermana dice que lo más maravilloso es sentir a un hijo dentro de ti. Vivamos la Eucaristía de este domingo como u embarazo. Experimentemos que Jesús está en nosotros por la Eucaristía que nos alimenta. Acojámoslo y dejemos que nos haga acogedores. Feliz fin de semana y bendiciones.
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