domingo, 28 de noviembre de 2010

Domingo 1º Adviento Ciclo A


Hace unos días recibía un calendario de Adviento y me llamó la atención que era de color gris. Los colores dicen mucho. Ayer aquí en Jaén fue un día muy gris, no paró de llover en todo el día. Quien hizo el calendario me parece que se ha contagiado del ambiente gris en el que estamos. Hay mucha preocupación por el futuro de nuestro país. Escuchas por todos lados: “y lo que está por venir”, “ahora que vamos a ser pobres”. Hay muchas familias en paro, muchos empresarios que no pueden sostener su empresa en pie.
Comienza la Palabra de Dios del Adviento con anuncio de esperanza “el día se hecha encima”, Isaías ve en su visión un futuro de paz “De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas”. En esta Palabra se funda nuestra esperanza y no en el análisis de los economistas, periodistas y sociólogos. Nos preparamos a la Navidad, la misma Navidad a pesar de la situación porque lo fundamental no cambia.
El momento que vivimos para muchos se ha convertido en un mal sueño en una pesadilla de la que queremos despertar. Hoy nos dice el señor “velad”, “ya es hora de despertaros”, dice San Pablo. El pesimismo es como un sopor que ahoga cualquier proyecto. ¿Para qué hacer planes? También algunos de los primeros cristianos cayeron en esto. No pusieron a producir su onza. Como la vuelta del Señor no era tan inminente como se pensó en un primer momento, el ardor de la fe decayó. A los cristianos del siglo XXI nos falta tensión escatológica, no pensamos en la vuelta del Señor.
Ojalá el Señor nos encuentre preparados. Como un amigo que está muriendo en estos días. Antes de ser sedado ha querido celebrar la Eucaristía con la familia en la habitación del hospital. Ha dejado sus últimas voluntades. En el último momento la familia que es rociera le cantó sevillanas y fandangos y terminaron con la Salve. Toda una familia acompañando a un padre que hace el último tramo de “Camino” hasta las marismas del cielo. Creo que vivir cada instante de la vida como si fuera el último nos ayuda a vivir con tensión escatológica, a estar preparados.
Que la Eucaristía de hoy en la que vamos a recibir al Señor que viene, nos ayude a encender la esperanza y a vivir nuestra vida con toda intensidad. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas:
http://www.archimadrid.org/oracionyliturgia/2010/11/28/28112010-domingo-de-la-1%c2%aa-semana-de-adviento-2/

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